Se prevé un año decisivo en el sector vinícola en nuestra tierra. El mundo de la distribución del vino para nuestra Málaga, ha sufrido transformaciones muy diferenciadas, desde mi conocimiento que parte de 1998, donde se nos conocía al comercial por el nombre de la bodega principal de nuestro porfolio, pasando posteriormente en 2004, donde ya la diversificación del porfolio de cada distribuidor, que ampliaba su campo de negocio a tener variedad , dejando a un lado la especialización y por supuesto a la exclusividad de referencias, a pasar en 2011, a encontrarnos con un enemigo casi invisible que dañaba a tod@s, silencioso: internet, que ha hecho evolucionar todo el canal de venta de una botella de vino.
Partimos de que cada bodega se encargaba de mandar muestras al distribuidor, desplazar a los equipos comerciales a formarlos de primera mano, y añadir posteriormente un apoyo de merchandising inagotable, a no poder ofrecer un simple abridor con el logo de una bodega a un camarero, pues ya todos esos valores pasan al precio final de compra del distribuidor, y él con su equipo deben de realizar la introducción de marca y referencias en el mercado local, con coste de ruedas y zapatos.
Ante esta evolucion, dentro del marketing digital, la venta online ha eliminado de un plumazo a distribuidores y vinotecas fisicas, frente a esto sólo hay un arma posible y es LA PERSONA, detrás de cada botella de vino que llega a tu mesa, hay PERSONAS, el que cuida de hectáreas de campo, el equipo que mima y recoge el fruto de las viñas, son PERSONAS, todo el que selecciona esa uva al llegar a la bodega, los enólogos que preparan ese don divino para tu disfrute final, esa hermosa y larga red de distribución que hará que esa joya llegue frente a ti. MUCHAS PERSONAS. Todo contra resumir a un simple botón, con un nombre escrito donde te visualizo y obtengo el techo de precio de esa referencia, ese producto…
Bodega, distribuidor, daros la mano que más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Conociendo el sector vinícola
El mundo vinícola en nuestra Málaga es una pasarela de modas y uno de los objetivos principales para cualquier bodega. Me surgen un sinfín de preguntas, yo bodega: ¿merezco y quiero realmente formar parte de ese escaparate?, ¿mi historia me hace diferenciarme de lo que ya hay en el mercado?, ¿soy y quiero ser la estrella o el telonero?, ¿tengo ya de quien ir de su mano?, ¿tengo definido mi punto de partida si es de la mano de PERSONAS, o me difumino en el ciberespacio?, ¿soy realista con mi nicho de mercado y estoy dispuesto a invertir con todas sus consecuencias?, uf, hasta yo me estoy impresionando…
Si hacemos un poco de historia, partimos siempre de mi propia experiencia, Málaga era una ciudad con RIOJITIS, Vega Sicilia de Ribera, un rosado de Navarra y un blanco Rioja o un Albariño como top. Los Cavas eran un lujo y motivo de celebraciones varias. Ahora en el 2022, la restauración en Málaga es de un roble de Ribera, o al extremo un vino de casa que nunca pase de 3€ la botella (hablo precios pues gracias a internet, todo está en un clic). ¿duele, choca…?
Si tu camino es en el ciberespacio, mal gestionado, este es el final. Si tu opción son los lineales de grandes cadenas, pues por desgracia en nuestra Málaga, se han reducido las vinotecas y tiendas especializadas, debido a los monstruos que han acaparado con sus multicentros por toda la geografía el volumen de compra, haciendo competencia a los mismos distribuidores de la zona, ¡¡¡ AHHH que es la opción de bodega para hacer la marca!!!
Metamos un poco el dedo más en la llaga, y miremos nuestro ombligo: vinos d.o. Sierras de Málaga. Ronda hizo y hace un punto de partida de la mano de D. Manuel Vetas, ya son 26 bodegas en la misma Ronda, pero tenemos vinos desde 5 enclaves, serranía de Ronda, Manilva, Axarquía y montes de Málaga y Pasas. De la mano de sabor a Málaga, están haciendo una labor de presentación continua de estas bodegas. Pero ¿por qué no se ven como debiera en las cartas de los restaurantes? ¿pregunta a las personas de a pie que bodega o marca de vino conocen de nuestra tierra?
Las bodegas y nuestro mundo vinícola son PERSONAS, la mejor publicidad es el boca a boca, pero en cada zona, localidad y provincia, conseguir el boca a boca, es de la mano del distribuidor responsable de que llegue tu producto a donde ambos queréis que llegue, la VISIBILIDAD de impacto está bien, pero las personas necesitamos que la MISMA sea a largo periodo de tiempo, llega información continua y ¿Dónde quedaste en el camino?
El covid y el vino
Nos toca despedir otra etapa, El covid, ha podido en su camino de 2 años está destrozando miles de pequeños emprendedores y empresarios que ya no rentabilizan sus negocios frente a los pagos que acarrean. Ahora toca ser superviviente de este sinsentido.
Llegando una nueva añada a las bodegas, con el acumulado de la cosecha anterior, por desgracia muchas se verán abocados a vender a granel, y algunas que pasarán a concurso de acreedores. El haber estado en buen puesto de conocimiento de la persona de a pie, amantes del vino, y con buena gestión por redes sociales y como siempre, apoyadas en una buena red de distribución, para estas bodegas, esta situación las ha hecho ser supervivientes en la pandemia y disfrutar de la oportunidad de salir reforzados como Marca en el futuro. Pero son las menos, y hay que tener claro que la fuerza del mundo del vino son las PERSONAS, las cuales por medio del boca a boca hacen grande una marca, o la asumen en el olvido. Vivimos de los contactos y el vino es un tesoro social para compartir con otro ser humano.
La bodega que no es capaz de entender que el trabajo de marca depende de ella, y lo deja en manos de otros, pierde el sentido del ser un tesoro que nace del campo y con las personas hará rentable el duro trabajo que se esconde tras cada botella de vino que se abre en el consumidor final. Una bodega, una marca que cuando encuentra un distribuidor o un nicho de mercado directo u online, y se da por satisfecho, tendrá los días contado, una bodega que está presente en todo el marco nacional, a parte de la publicidad que englobe el conjunto, debe ahora más que nunca tener esas personas de a pie que hagan el boca a boca diario para no caer en la relajación y posteriormente morir de éxito en el olvido.
Ahora más que nunca hay que saber rodearse de las personas que hagan de la marca su sentir, de encontrar los valores de la lealtad y la honestidad para afrontar que los milagros no existen sin poner todos los medios adecuados a trabajar como un engranaje. Y ante todo saber que lo difícil no es llegar al éxito, si no mantenerlo y hacerlo cada día más necesario, demostrando el ganar/ganar, para los que formen parte de este proyecto infinito que es cada añada de nuestro mundo vinícola.
No me quisiera retirar, sin antes desearos de corazón toda la fuerza del mundo a los bodegueros, distribuidores, todo nuestro canal horeca, y en definitiva a tod@s los que de alguna manera intentamos de hacer vida de una botella de vino. Yo siempre estaré a vuestro servicio desde mi humilde situación y siempre agradecido a los que, por el camino, habéis influido de una u otra manera hacerme grande.
Os espero en el siguiente blog. ¡Chin chin!