Mi primer día como camarero

Lo han conseguido. Tanto llevan metiendo miedo al consumidor final que viene el lobo, que no va a haber dinero ni para pagar la luz y el gasoil (ya el coche en cada casa es un elemento de primera necesidad). El teléfono (hoy un móvil), que nos ha hecho dependientes incluso para comprar lo que antes bajabas tu escalera y te movías para ir a la tienda de la esquina de tu amigo y vecino.

La riqueza de un país no es la clase política (aunque están demostrando cada día que son los únicos que sobrellevaran este caos). Los pequeños empresarios PYMES (autónomos, negocios familiares, emprendedores y luchadores que crean puestos de trabajo) son la vaca a ordeñar. Son los explotadores del siglo XXI, pero no conozco ninguno que viaje o tenga un falcon a su servicio, pero se quita una corbata para ahorrar energía…

Tengo un amigo (Francisco) que tiene un restaurante peculiar (una venta en un lugar muy de gente de a pie y con un encanto para mí diferenciador de todo y apoyando en vivo los artistas musicales de nuestra tierra), pero no hay manera de hacerlo despegar como se merece. Somos dos mileuristas jeje. Pero nuestras cabezas de emprendedores no paran de que lancemos nuestras lluvias de ideas cómo llegar al culmen en cada encuentro que nos permitimos el lujo de compartir, al calor de una copa de vino, y otras veces un simple café.

En esta última ocasión, hablamos de la realidad del empresario, con socios, trabajadores por cuenta ajena y los mismos clientes con su idiosincrasia.

Yo ahora con mi título de sommelier profesional, mi recorrido como vendedor, con mi propio club, punto de encuentro para el winelover malagueño… Pero nunca había disfrutado de la corrida en el foso de la plaza. Y le pedí el favor de ir este fin de semana a echar una práctica real.

Cuando llego, me presenta a quien en la altas esferas sería el jefe de sala, responsable de bebidas en la barra, un poco el meitre… y me dice:

– Hola, soy Fali. ¿Qué sabes hacer?, me ha dicho Francis que quieres aprender.
– Pues soy Sumiller.
– Ah, pues aquí tenemos sólo un vino por copas y nuestra clientela es de cerveza y tinto con limón y agua…
– Olé, ¿pues entonces dime con que puedo ayudar? ¿Qué es lo que menos le gusta a los camareros en su primer día?
– Hay 110 sillas y unas cuarenta mesas, estamos en plena naturaleza. ¿sabes usar el comandero, PDA?
– Si, pero desconozco el vuestro y nos quedan dos horas para dar el servicio.
– Vale, imposible. Pues que un compañero (Salvador) te diga que al menos memorices las mesas por sectores A1- C16, y les irás llevando las bebidas y los platos cuando te vayamos diciendo, yo y la responsable (Arantxa) que lleva el comandero PDA. ¿has servido alguna vez con bandeja?
– Tampoco, Perfecto, y de mientras… arranco con la limpieza de sillas y mesas (una a una 1 h y 20 minutos).

Y luego LLEGA MI DEBUT EN SALA

Hemos dado: 50 cubiertos ¡GUAU!, y es último fin de semana de septiembre…

Conclusión:

Me han felicitado los compis por la limpieza de las sillas, como se te nota que eres nuevo. El jefe: «Bueno al menos has sacado platos y bebidas e incluso te he visto un par de veces servir con la bandeja (y no has tirado nada). Le sonríes a cada cliente. Bien has disfrutado. ¿Qué tipo de eventos o algo peculiar me propones para mejorar esto?»

Mi visión: Qué necesario es el trabajo en un equipo ganador, cada miembro asume y cumple su roll, pero a mi, UN NOVATO DESCONOCIDO, TOD@S me han ayudado y aclarado cualquier pregunta.

Os espero en el siguiente post, ¡Chin chin!